martes, 21 de mayo de 2013

NUESTRO RINCÓN DE POESÍA

¿Habéis recurrido alguna vez a la poesía para hablar de un tema y/o expresar vuestras emociones?





Hoy he tenido un día de esos que te hacen pensar y reflexionar a cerca de tu vida. He recordado todas esas veces que he reído y he llorado de alegría, esa sensación de bienestar y armonía que produce un beso, los abrazos de los niños en el colegio, los momentos en familia, los buenos ratos con los amigos... 
Hoy me he dado cuenta de que mi vida ha cambiado y yo con ella, y me he tropezado con la añoranza de cada momento que me ha hecho feliz y que ahora tan solo es un recuerdo. 

 




Por eso, chicos, hoy es un día perfecto para
leer poesía y que me enseñéis algún poema que os resulte significativo y os guste.
Estaría encantada de que colaboráseis añadiendo alguna poesía y si os atrevéis, escribir aquí vuestros propios poemas.

Os dejo con grandes poetas.






EL ABURRIMIENTO
Podéis escenificarlo!)

Me aburro.
Me aburro.
Me aburro.
¡Cómo en Roma me aburro!
Más que nunca me aburro.
Estoy muy aburrido.
¡Qué aburrido estoy!
Quiero decir de todas las maneras
Lo aburrido que estoy.
Todos ven en mi cara mi gran aburrimiento.

Innegable, señor.
Es indisimulable.
¿Está usted aburrido?
Me parece que está usted aburrido.
Dígame, ¿a dónde va tan aburrido?
¿Que usted va a las iglesias con ese aburrimiento?
No es posible, señor, que vaya a las iglesias
Con ese aburrimiento.
¿Que a los museos dice siendo tan aburrido?
¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy?
¡Qué aire de aburrimiento!
A la legua se ve su gran aburrimiento.

Mi gran aburrimiento.
Lo aburrido que estoy.
Y sin embargo, ¡oh!
He pisado una caca
Acabo de pisar ¡Santo Dios!, una caca
Dicen que trae suerte el pisar una caca
Que trae mucha suerte el pisar una caca
¿Suerte, señores, suerte?
¿La suerte, la suerte?
Estoy pegado al suelo.
No puedo caminar.
Ahora sí que ya nunca volveré a caminar.
Me aburro, ay, me aburro.
Más que nunca me aburro.
Muero de aburrimiento.
No hablo más
Me morí.
  
Rafael Alberti




MORIR SOÑANDO  

Morir soñando, sí, mas si se sueña
morir, la muerte es sueño; una ventana
hacia el vacío; no soñar; nirvana;
del tiempo al fin la eternidad se adueña.

Vivir el día de hoy bajo la enseña
del ayer deshaciéndose en mañana;
vivir encadenado a la desgana
¿es acaso vivir? ¿y esto qué enseña?

¿Soñar la muerte no es matar el sueño?
¿Vivir el sueño no es matar la vida?
¿A qué poner en ello tanto empeño?:

¿aprender lo que al punto al fin se olvida
escudriñando el implacable ceño
-cielo desierto- del eterno Dueño?

Miguel de Unamuno 




 TE QUIERO

Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena
o iracundo como órgano impetuoso;

Te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes;

Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas;

Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino;

Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.

Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.

Luis Cernuda









  






 

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